Conociendo nuestro patrimonio Iglesia de San Agustín en el barrio del Real (I)

Interesante a la par que amplia es la historia de la iglesia de San Agustín en el barrio del Real. Para conocerla mejor es necesario hacer un recordatorio previo de las que le precedieron en el tiempo.

Enrique Moya Casals en su obra Melilla, piadosa y tradicional, cuenta la historia de las iglesias que hubo en el barrio del Real:

“Rapida fue la progresión urbana de Melilla a partir del año 1909, tanto fue así, que ya en los posteriores años de 1911-1912, lo que antes fueron campamentos militares, se vieron transformados en caseríos y más tarde surgieron los barrios del General don Pedro del Real y del Hipódromo; más adelande dedicado al laureado General Sanjurjo, gloria y honor de la Patria.

Las necesidades de la población, reclamaban de día en día un santo lugar para el ejercicio del culto divino, ya que la ciudad iba extendiéndose rápidamente, y a este efecto, acogiéndonos una vez más a los datos y antecedentes que nos legó el ilustre historiador de Melilla, el nunca bien alabado Coronel de Estado mayor don Gabriel [de] Morales, en sus obras: “Datos para la Historia de Melilla” y “Efemérides y Curiosidades”, donde de una manera paciente y en alto grado erudita, iba anotando antecedentes y hechos interesantísimos, sabemos que la primera Capilla que fue abierta al culto católico en le Barrio que nos ocupa, por iniciativa del entonces Vicario Eclesiástico don Miguel Acosta, fue en una casa de la calle de Castilla, construída por don José Peso y fue bendecida el día 26 de julio del año 1912.

Con posterioridad, tuvo el Barrio del Real otra Capilla, asimismo provisional, ya dedicada a San Agustín Obispo, en las inmediaciones de la estación de la Compañía Española de las Minas del Rif, sita en la calle del General Villalba, número 16, que fue bendecida el día 15 de marzo del año siguiente 1913.

Ya antes de los años 1920 y 1921 siendo Vicario de Melilla don José Casasola, vemos trasladada la Capilla al lugar que ocupa en la actualidad, en la calle Ceuta, donde por su mayor capacidad, se van instalando altares y van tomando más importancia los ejercicios y prácticas religiosas, si bien puede considerarse también este nuevo emplazamiento de carácter transitorio, toda vez que esta Iglesia se halla instalada en uno de los locales del Parque de Intendencia Militar.

Las vicisitudes de los tiempos de la República, con el laicismo que desgraciadamente se adueñó en todas partes, tuvo sus repercusiones en la Capilla de San Agustín…

El señor Vicario Eclesiástico don Sebastián Carrasco Jiménez, designó nuevos capellanes y en especial el P. Jacinto Boqué, con gran celo por la gloria de Dios y la salvación de las almas, secundado por diversas personas devotas de los Barrios del Real y Sanjurjo, que contribuyeron eficazmente con sus donativos, a los que se sumaron otras varias personas de Melilla y su Ayuntamiento inclusive, llevándose a efecto importantes obras de reparación, decorado, atilde y renovación total del recinto sagrado, quedando transformado, con una nueva ampliación, en una reverente y devota casa de oración.

Hace muy cerca de los diecisiete años, y por disposición del Excmo. e Ilustrísimo Prelado de la Diócesis, fueron encargados de la cura de almas de esta Iglesia, los RR.PP Paúles: primero como adscritos a la Parroquia del Sagrado Corazón de jesús, por ser ayuda de esta citada Parroquia, si bien con las prerrogativas de poder administradr los Sacramentos del Bautismo, casamientos, etc,. pero a partir del 25 de diciembre de 1939, fue erigida definitivamente en Iglesia Parroquial, y tomando posesión canónica de manos del propio Obispo Dr. Don Balbino Santos Olivera, los citados Padres, el día 1º de Enero de 1940, siendo nombrado Cura Párroco, el Revdo. Padre Rafael Marcos, de la mencionada Orden de San Vicente de Paul.

Es el expresado templo de San Agustín, de una sola nave sin bóveda, siendo su aspecto exterior muy sencillo, con una amplia puerta de medio puento, en cuyo tímpano campean los símbolos del primer Obispo de África y Doctor de la Iglesia.

Sobre la citada puerta hay una ventana circular, y en la parte superior de la fachada se halla un sencillo campanario con tres arquillos, en los cuales se hallan los pequeños címbalos que convocan a la oración, terminando la espadaña con una cruz de hierro.

El interior, al que se asciende por cinco escalones, tiene en el centro un hermoso altar mayor, de gusto gótico, donde se halla la imagen del Santo Titular. A los lados, dos devotas efigies de San Vicente de Paul y santa Luisa de Marillac.

Junto al Sagrario se admiran dos ángeles en actitud reverente, y en el frontal hay una talla con el escudo carmelitano.

A los lados, dos puertas para la sacristía y dependencias de la Iglesia.

Siguiendo por el lado del Evangelio, vemos el altar dedicado al Sagrado Corazón de jesús, y junto al mismo se halla el púlpito.

A continuación, se encuentra el retablo dedicado a la Santísima Virgen del Carmen, de gran devoción en el Barrio. A los lados está la imagen de San Nicolás de Bari y Santa Teresa de Jesús.

Sigue el altar dedicado a la Virgen de la Medalla Milagrosa; el de Nuestra Señora de los Dolores, y en peanas, otras devotas imágenes: la Virgen de Fátima y San Antonio de Padua.

Está a continuación el Baptisterio, con un cuadro de San Juan bautizando al Señor.

A los pies del templo, el cancel de madera, y sobre el mismo, un pequeño coro con un armonium de excelente construcción, bendecido en noviembre de 1951. Desde el coro se sube a la torrecilla de las campanas.

Pasando al lado de la Epístola y en una hornacina, existe una devota imagen de Ntro. Padre Jesús Nazareno; sigue el altar del Santísimo Cristo del Perdón, y junto al Señor, se halla la Santísima Virgen y San Juan Evangelista.

Prosiguiendo hacia el interior, se venera un retablo con el cuadro de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, y al lado, en una repisa, la Virgen de Monserrat. Le sigue el del Patriarca San José, Patrono de la Iglesia Universal, y al final, ya junto al altar mayor, el otro retablo donde recibe culto la devota imagen de la Purísima, que a sus lados tiene las efifies de Santa Gemma y Santa Rita de Casia.

El conjunto de la Iglesia Parroquial de San Agustín, dentro de la modestia con que han tenido que instalarse los servicios religiosos, acusa un inmejorable gusto, siendo varias las personas piadosas que ayudan a los Padres, teniendo a su cargo con esmero el cuido y limpieza de las Santas Imágenes y altares.

Entrando a la drecha, en el pórtico, se hallan las oficinas y archivo parroquial, y en la izquierda, una escalera nos conduce al Salón de Juntas de la Acción Católica y demás Hermandades y Cofradías que radican en esta Iglesia, y en la parte baja de este espacioso local, existe otro con puerta independiente a la calle.

Las festividades de este templo se limitaron, en un principio, a las indispensables del culto y en especial a las misas dominicales, con una función anual a su sagrado titular San Agustín, que desde estos últimos años se ha celebrado ejercicios de novena, especialmente en el año 1937, que fueron muy solemenes los actos religiosos celebrados.

Pero merece citarse de una manera especialísima, la función dedicada en esta Iglesia, desde muchos años, a la Santísima Virgen del Carmen, con procesión que recorría los dos barrios, deteniéndose en el del Hipódromo o General Sanjurjo, donde al llegar el cortejo religioso a la orilla del mar, hacía lato la comitiva para bendecir las aguas, cantándose una Salve a la Excelsa Madre y Patrona de los marinos.

Decaída esta devota práctica, por los motivos anteriormente señalados, ha comenzado de nuevo a celebrarse la procesión, ya típica en los barrios del Real y Sanjurjo, siendo de notar que el año último, y debido a la cooperación de la nueva Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores de la Iglesia de los Padres Capuchinos, organizaron los cofrades con muy buen acuerdo de la Junta de Gobierno, Comandancia de Marina y Compañía de Mar, esta solemne y fervorosa procesión, que llegó a recorrer igualmente las calles de Melilla hasta el puerto, donde se transformó en procesión marítima, con gran contento y satisfacción de los devotos de Nuestra Señora del Carmen, en especial la gente del mar que conserva una tradicional fe a su benditísima Patrona.

Otras solemnes festividades han comenzado a practicarse en el templo de San Agustín: misiones, novenas, comuniones generales, rosario público o de la Aurora en algunas solemnidades, y mucho puede esperarse de aquella feligresía, compuesta de personas de nobles sentimientos que van secundando la labor de los celosos Padres Paules, estando llamada a ser la Parroquía de San Agustín, una de las más importantes de nuestra ciudad; siendo de esperar que algún día surja, como ya lo indicó el Reverendísimo Prelado en su última despedida, la feliz iniciativa del comienzo de las nuevas obras, para que los vecinos del Real y Sanjurjo, posean, como les corresponde a tan numerosa barriada, su nueva Iglesia Parroquial.

Notables son las imágenes de la Hermandad del Señor en la Oración del Huerto, Santísimo Cristo del Perdón y Nuestra Señora de los Dolores, que se veneran en esta Parroquia y cada año, es mayor el esplendor con que esta Cofradía de Pasión, contribuye a la ya muy notable Semana Santa de Melilla.

También existe mucha devoción en esta Iglesia a una imagen del Santísimo Cristo de la Agonía, generalmente llamado “Cristo de Limpias”. Se trata de una reproducción de la cabeza del Señor, de tanta devoción en Limpias y que se ha generalizado por toda España.

Muy recientemente ha sido bendecida una imagen de Santa Lucía Virgen y Mártir, abogada de los males de la vista; completándose en esta Iglesia Parroquial de San Agustín Obispo, la veneración de sagrados simulacros del Señor, la Santísima Virgen y Santos de significado fervor religioso, redundando todo a la mayor gloria de Dios.”

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