En el actual barrio Héroes de España, en el número 2 de la calle Ejército Español se halla este edificio proyectado por el arquitecto catalán Enrique Nieto y Nieto.
Para conocer su historia acudimos de nuevo a la obra del melillense Salvador Gallego Aranda:
“Los antecedentes del solar donde se ubica este inmueble, anexo del antiguo «Cine Monumental», se remontan a la primera década del siglo veinte, al instalarse, con carácter efímero en el Barrio Reina Victoria, un teatro de verano para solaz de la población melillense.
En su lugar, con proyecto del ingeniero castrense D. Joaquín Barco —12 junio 1912— y bajo la iniciativa del empresario D. Francisco Aguado, se construirá el teatro «Alfonso XIII». De mampuesto y madera, las obras de albañilería y carpintería comenzadas el 20 de agosto de 1912, serán llevadas a cabo por el Sr. González Galán.
Al final de la década de los años veinte se procederá a su demolición, fijándose, en 1930, y a petición de su propietario, el señalamiento de las alineaciones del solar donde habrá de ubicarse, con proyecto del arquitecto D. Lorenzo Ros Costa —Cartagena, junio de 1930—, el «Monumental Cinema Sport».
El cine será inaugurado el 19 de marzo de 1932 con la película El teniente seductor (Paramount), estando el salón perfumado, para esa ocasión, con esencia Chipré de la «Droguería y Perfumería Española».
Este inmueble se constituirá en el máximo exponente del Art déco en la arquitectura melillense. Su modelo inspirará futuras recreaciones figurativas en las que se verán inmersos, entre otros, los arquitectos Sres. Nieto y Hernanz, los cuales darán al estilo su carta de naturaleza en la ciudad.
Ejemplo de ello es, un año después de su finalización, el proyecto del Sr. Nieto para Palacio Municipal (1933), si bien, las conclusiones compositivas a las que llega, vendrán derivadas, en gran medida, de su propia evolución estilística y sus viajes a la península, concretamente a Barcelona.
El diseño del Sr. Nieto, en el inmueble que presentamos, pasaría completamente desapercibido si no se documentara su autoría en marzo de 1935. Su traza nos confirma la asimilación formal, el buen hacer constructivo y la ética profesional del barcelonés, al respetar fielmente la concepción unitaria en la ampliación del conjunto.
El encargo parte de D. Julio Liarte Ramírez, quién, en la década de los veinte del siglo pasado, se encuentra entre los almacenistas más importantes y de mayor prestigio de Melilla.
Su negocio de coloniales y cereales, ubicado en la calle General Chacel 6, era de una gran amplitud —higiene y presentación— y se nos exhibía como
un alarde del desarrollo comercial de la urbe.
El proyecto de casa para el Sr. Liarte, propietario del «Monumental », se compone de cuatro plantas con una superficie, para cada una de ellas, de 170 m2. El bajo estará destinado a almacén —4’75 m. de altura— (actualmente, «Comercial Rubio» —televisiones-vídeos, artículos de Bazar—, antes «Suprema y piel») y acceso, y los pisos superiores a viviendas.
Cada una de ellas —3’40 m. de altura—, ubica las estancias principales —sala, comedor y dormitorio— linderas con el exterior y, ambos lados de un pasillo corredor, en forma de «L», el segundo dormitorio —con su ropero—, cuarto, tercer dormitorio, WC, cocina, baño-WC, rayanos con los tres nuevos patios creados, más uno existente,
todos ellos con siete metros cuadrados.
El «Recibimiento», da acceso al comedor y a la sala, colindantes con la fachada que está orientada al mediodía.
Informado favorablemente el 16 de abril de 1935, y revisado por el Sr. Hernanz —asimismo, será visado por el Colegio Oficial de Arquitectos de Andalucía, Canarias y Marruecos, Delegación de Málaga—, no traducirá fielmente su alzado, al agrupar la independencia de sus vanos —tres por piso— en un gran mirador —con festones
imbricados en sus laterales— que, dominando la fachada, se destaca por el cambio de textura en el acabado —esgrafiado (de flores y estrellas lineales) y liso— que precede y sucede, a cada tríada de luces.
Su remate moldurado, a modo de frontón partido —con ménsula que señala sus tres bandas—, nos presenta un friso corrido de montañas angulares en sus vertientes, cual abanico desplegado, y soles nacientes en círculos concéntricos, radiados en su última circunvalación.
La parte superior, de composición piramidal truncada, se cierra, conformando el tímpano radial, por líneas que diseñan ambas grecas. En los extremos de la cornisa, formas tubulares, en número de seis, cuelgan cual pinjantes, señalando los límites y, por ende, la estrechura del solar.
De igual forma desaparecerán del paramento proyectado, las pilastras estriadas y el jarrón decorativo —como base—, sustituyéndose por la relación de los huecos en altura, a través de la derivación de enmarques rectangulares, que contrastan con la disposición apaisada de unos acanalados que subrayan el resto del panel.
Por su parte, los bajos, respetarán el planteamiento inicial, reiterando en los recercados —de su hueco lateral izquierdo— los motivos ornamentales ya utilizados por el Sr. Ros Costa en el «Monumental » —de la mano del maestro escayolista cartagenero, D. Agustín Sánchez—, por medio de un jarrón estriado repleto de formas vegetales en su plenitud.
Paralelamente, la entrada al inmueble quedará distinguida por las inflexiones lineales encintadas y la ménsula sobresaltada como clave.
Los herrajes retorcidos en el tercio superior de la puerta de madera, así como el trazado de sus batientes, nos hablan de un diseño no expreso, ni acorde, con el resto de la composición, cual mirada retrospectiva a presupuestos anteriores.
[Bibliografía: Salvador Gallego Aranda. Enrique Nieto. Un paseo por su arquitectura. Fundación Melilla Ciudad Monumental. 2010]