Conociendo nuestro patrimonio Iglesia del Sagrado Corazón (II)

El Sagrado Corazón en 1954

Gracias a la obra de Enrique Moya Casals, Melilla piadosa y tradicional, contamos con una importante fuente de información sobre las iglesias que había entonces en la ciudad.

Uno de los capítulos de su libro está dedicado a la iglesia del Sagrado Corazón:

“En este estado, comenzaron las obras de la Iglesia Parroquial del Sagrado Corazón de Jesús, en el año 1911 [como hemos visto, realmente empezaron antes], con 30.000 pesetas que el Estado libró para este piadoso fin, y quedaron invertidas, juntamente con limosnas de los fieles.

A los dos años se empleó igual cantidad, después de una paralización de las obras; y así, tras diversas vicisitudes, se llevó a feliz término la empresa, siendo trasladado solemnemente el Santísimo Sacramento el tercer domingo de mayo del año 1918, por el entonces Obispo de Olimpo y Administrador Apostólico de Málaga, Dr. Don Manuel González.

La hermosa Iglesia del Délfico Corazón de Jesús, fue proyectada y dirigida por el arquitecto de la Diócesis malacitana don Fernando Guerrero Strachan, y es, como a simple vista puede admirarse, de estilo románico. Siendo su superficie libre exterior de 500 metros cuadrados, con capacidad para más de dos mil personas.

El aspecto exterior del templo, es notable por la bella silueta de su estilo y situación en el mejor emplazamiento de la ciudad. Sobre amplia escalinata, aparece la portada de la Iglesia, de medio punto, y sobre la misma, un amplio ventanal con un rosetón, circunvalado en su parte alta, como la portada con una hermosa orla de su clásico estilo.

Dos rasgadas ventanas aumentan la luz en el interior, finalizando la fachada con la torre de campanas, que son fijas, excepto una que voltea en las grandes solemnidades. La campana de volteo lleva el nombre: “Sagrado Corazón”, la fija “Virgen de la Victoria”, fueron bendecidas en 1917; la del Reloj, en 1919 y tiene por nombre “María”.

Sobre el cuerpo citado está el reloj con cuatro esferas, una a cada frente de la torre, que finaliza con una flecha, Llama la atención dos casilicios en los lados de este frontispicio, que ciertamente adornan el conjunto. Adosado al templo se hallan las casas parroquial o abadía y la dedicada a dependencias y archivo.

El interior es de planta basilical, aunque de reducidas proporciones; consta el templo de tres naves, la central de gran esbeltez, y en cuyo fondo puede admirarse su notable ábside con cinco rasgados ventanales, de acuerdo con el estilo arquitectónico.

Otros dos ábsides tiene la Iglesia en el fondo de las capillas de la Inmaculada y San José, cubiertos por los retablos. Contiene este templo, en sus lunetos, bóvedas, etc., proporcionados efectos de luz, que se transparentan por un regular número de vidrieras de colores.

Se sube al altar mayor por cinco gradas de mármol, cuyo presbiterio, al igual que el total del pavimento del templo, está formado por losas de la misma piedra. En el centro del ábside se alza un paramento con graderío y pedestal que rodea el altar, y en el cual se venera una hermosa imagen del Sagrado Corazón, titular de la Parroquia. A los lados, el Arcángel San Rafael y el Ángel de la Guarda. Todo este paramento está hoy reformado como más adelante se dirá.

Un notable Vía Crucis, decora las pilastras de las naves, entre los arcos del Templo y las naves laterales, y sobre el primer tramo se encuentra adosado el púlpito de madera con tornavoz, que guarda la debida armonía con el estilo de la Iglesia.

Esta se halla dotada de una excelente instalación eléctrica, y en el arco toral, dos lámparas de metal dorado decoran y embellecen el altar mayor, así como varias arañas de cristal. Tiene también una completa instalación de altavoces.

Siguiendo a la nave de la derecha, descendiendo del presbiterio, se hallaba hasta hace poco tiempo un retablo gótico, donde se veneró a la Patrona del Arma de Artillería, Santa Bárbara, hoy en la Parroquia Castrense.

Posteriormente, se colocaron sucesivamente las imágenes de la Santísima Virgen; una de ellas, la Milagrosa…

También se veneró en este altar un bello Niño Jesús de Praga, que actualmente se halla junto a la Capilla del Baptisterio.

En el siguiente, está la Capilla Sacramental o de la Comunión, en cuyo retablo de orden compuesto hay una peregrina imagen de la Purísima Concepción; juntamente se veneran en este altar los Santos Pascual Bailón y San Juan Evangelista, que se hallan en las dos hornacinas laterales, entre una bella ornamentación de tallas y pinturas con emblemas y atributos de la Sagrada Eucaristía. En la parte alta se admira una pintura con un Ecce Homo.

Dos lámparas de aceite alumbran día y noche al Santísimo Sacramento, reservado sobre el altar cuyo sagrario se halla cubierto con el velo blanco, que dispone la sagrada liturgia.

Continuando con la nave del Evangelio se encuentra el altar de la Santísima Virgen del Carmen, y entre los intercolumnios las imágenes de Santa Rita de Casia y San Antonio de Padua. En la parte alta de este retablo, con reminiscencias de estilo dórico, hay un escudo carmelitano.

Siguiendo se halla una puerta lateral, cubierta de un cancel, que se abre al público en determinados casos.

Continuando nuestro recorrido, nos encontramos en el lugar donde se hallan el altar y la imagen de la Virgen del Pilar. En la actualidad existe el altar dedicado a la Virgen de la Medalla Milagrosa que es una nueve y hermosa imagen de la Señora. A los lados se venera a Santa Teresita del Niño Jesús y Santa Cecilia. Junto al retablo hay un devoto cuadro con el Santo Rostro del Señor.

Al pie de esta nave lateral se encuentra la Pila Bautismal y una capilla con la Virgen de Lourdes, entre una pequeña gruta. Allí también ha venido venerándose a nuestra Señora de Montserrat y entre otros devotos santos hay un cuadro con la imagen de San Onofre, por el cual existe mucha devoción en nuestra Ciudad. Encima del arco de esta capilla, vemos un hermoso cuadro tallado con la Virgen del Perpetuo Socorro.

Desde este mismo lugar pasamos a la puerta principal de la Iglesia, que es espaciosa, como corresponde al conjunto general del monumento y sobre la cual se encuentra el coro, y sonoro órgano adquirido por suscripción popular, siendo Párroco don José de Casasola y Presidente de la Junta Municipal don Cándido Lobera, que fue padrino en el acto de la bendición.

Pasando a la nave de la Epístola, reverenciaremos una devotísima imagen del Señor Crucificado, con el título de la Paz, y ante el cual hay siempre a sus plantas fervorosos fieles. Sobre la mesa de su altar arden continuamente votivos cirios, como ofrenda de la gran devoción que existe en Melilla, por tan venerado simulacro de la Pasión. En una peana hay una imagen de Santa Rosalía.

Al lado, sigue el altar de la Virgen de los Dolores, y acompañando a Nuestra Señora, se hallan las Santas María Magdalena y María Salomé, En el frontal de este retablo, vemos al escudo de España y en el remate, el episcopal del Olimpo, que fue quien bendijo el templo en el mes de mayo…

Continuando, encontraremos la tercera puerta de la Iglesia, con un cancel correspondiente y que se abre regularmente en época de verano.

Seguidamente se halla el altar de la Santísima Virgen de los Desamparados, Patrona de Valencia, bajo un doselete gótico del mejor gusto. A sus lados y en plano menor, San Francisco de Asis y Santa Teresa de Jesús.

Prosiguiendo nuestra visita al templo, admiramos un bello retablo en honor al Patriarca San José. Al lado del titular de este altar, se veneran las imágenes de Santa Lucía y de la Santísima Virgen de la Paz, y sobre le muro de la derecha ha sido colocada recientemente una devota efigie de la Virgen de la Caridad, Patrona de Cartagena, y en el opuesto hay un cuadro de la Virgen de las Angustias, Patrona de Granada y una imagen de San Pancracio. Finalmente diremos que sobre las gradas del altar de San José, se venera una efigie de Nuestra Señora de Monserrat, Patrona, como se sabe, del antiguo Principado de Cataluña.

Del altar de San José, pasamos al primoroso retablo gótico de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, por la que también existe verdadera fe en Melilla. Un grupo formado por dos ángeles y serafines elevan el bello cuadro de la Virgen, coronado por la diadema real. A sus lados y sobre doseletes, se admiran las devotas imágenes de San Alfonso María de Ligoriao y San Luis Gonzaga.

El antepedium o frontal, está constituido por columnas del mimo estilo del altar. Siguiendo este orden, pasaremos a la sacristía de esta Iglesia, que es reducida y más al interior, ha sido construida recientemente una sala para juntas y conferencias.

Frente a la sacristía se encuentra la nueva capilla de la Santísima Virgen del Pilar, merced al celo del entonces Párroco don Sebastián Carrasco, en la actualidad Vicario general de la Diócesis.

Como hemos dicho al comienzo, este pequeño santuario se halla en la cabecera de la nave del Evangelio. Su decoración guarda relación con el estilo de la Iglesia, y los ángulos, zócalo y friso, han sido suntuosamente decorados a imitación de mármol jaspeado, que realza la severidad del lugar.

Una luz indirecta alumbra de noche el techo de la Capilla donde hay representada la Aparición de la Virgen, sobre la sagrada columna y entre varios querubines.

En los cuatro ángulos, han sido pintados las alegorías de los Santos Evangelistas, e interpolados se ven: la Nave de la Iglesia, el Divino Cordero; una Alegoría de la Virgen con las primeras palabras del Ángelus y la Santísima Eucaristía en la parte central.

El altar es el mismo que se hallaba en el anterior lugar, que situado en este sitio, se realza más belleza y estilo, y en cuyo trono se venera de nuevo entre dos ángeles a la Reina y Madre Celestial…

Algunos años antes de ser promovido a la dignidad de Chantre de la Catedral de Málaga, y luego como sabemos a la de Dean el Muy Iltre. Sr. D. Sebastián Carrasco Jiménez, acometió con decisión y verdadero gusto artístico la reforma del presbiterio y del altar mayor, tal como lo vemos en la actualidad. Dotó de coro, aisló completamente la mesa y junto a dos Ángeles adoradores, erigió el templete-manifestador para el Santísimo Sacramento, y colocando al fondo del ábside románico sobre un breve retablo, la veneradísima Imagen del Sagrado Corazón de Jesús, Titular de la Iglesia Arciprestal de Melilla.

También dotó al presbiterio de nueva balaustrada de madera y los dos ambones o púlpitos, tal como hoy vemos.

Cpmpletándose estas reformas con los dos altares, en honor a la Virgen de Fátima y del Purísimo Corazón de María.

Modernamente se han colocado a la entrada del templo Arciprestal, dos hermosos altares, dedicados, el de la izquierda, a la Virgen de la Soledad, cuyo retablo tiene, en su parte superior, un corazón traspasado, en relieve, y en el lado derecho, igualmente, un artístico altar dedicado al nuestro Padre Jesús Nazareno (vulgo de Medinaceli). A los lados y sobre dos peanas, las imágenes de María Auxiliadora y San Juan Bosco. En la parte superior del retablo, una Virgen Dolorosa, pintado al óleo.”

[Bibliografía: Enrique Moya Casals. Melilla piadosa y tradicional. Descripción histórica y artística de los templos de la Ciudad. Melilla.1954]

Isabel Migallón Aguilar. De la Iglesia del Llano al Sagrado Corazón de Jesús. Centenario de la consagración del Templo (1918.2018).Cofradías de Melilla.2019]

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