Conociendo nuestro patrimonio Edificio Avda. de la Democracia nº 8

No cabe duda que este edificio ubicado en el barrio de Concepción Arenal, popularmente conocido como “barrio Obrero” no deja impasible a quien pasea por los alrededores del Parque Hernández. Sus formas y colorido llaman poderosamente la atención.

Esta edificación con fachadas a Avda. de la Democracia, Villegas y Teniente Mejías es obra del arquitecto catalán Enrique Nieto.

En el Catálogo de Arquitectura de Melilla hallamos la siguiente información:

“Edificio perteneciente a la línea más decorativa del art decó. Destacan múltiples detalles ornamentales que se situán en su fachada que muestra un interesante juego de miradores hemihexagonales.

Varios tipos de ménsulas, placas geométricas, balaustradas, balcones con cierte de forja art decó, enmarques de vanos geométricos, grecas y cornisas, grandes pilastras acanaladas que recorren toda la fachada para terminar en originales capiteles llenos de quiebros y pliegues art decó, son muchos de los elementos decorativos que además se combinan de una forma muy libre y original.

Sobre el chaflán se eleva una torre circular con cúpula imbricada en media naranja. Destaca la puerte de acceso”.

Gracias a este trabajo sabemos que el solar ocupa una superficie de 329 m2 y que la total construida es de 1.556 m2.

 

El cronista oficial de la ciudad, Antonio Bravo Nieto escribe las siguientes líneas:

“Enrique Nieto materializó un cambio ostensible en su obra al mismo tiempo que ensayaba nuevos modelos formales que le llevaron por una doble vertiente. Por un lado encontrará un inagotable repertorio de ideas en la producción del Art Decó francés que se había popularizado mediante la reproducción de imágenes de revistas que destacaban las formas cosmopolitas de las grandes metrópolis y capitales.

Por el otro, retomará una vez más el repertorio de la Secesión vienesa y de sus posibilidades para generar algunos de sus trabajos de los años treinta.

Nieto ya había demostrado ser un profesional de amplia cultura arquitectónica, y su capacidad de adaptar nuevos estilos siempre ha sido un norte en toda su producción.

Una parte de su obra decó está inspirada en la producción francesa del momento.

En octubre de 1930 fechamos su primer proyecto de pleno Art Decó, un edificio de su propiedad en la calle Reyes Católicos nº 4. Destacaremos de este trabajo su contundencia visual y al mismo tiempo su gran elegancia.

El otro gran edificio que realiza Enrique Nieto en esta línea decorativa, entre los años 1933-1934, es un bloque de viviendas en la avenida de la Democracia nº 8.

Este arquitecto potenció el chaflán curvo rematado en un cuerpo cilíndrico que cubriría con cúpula de media naranja provista de imbricaciones, ofreciendo una especie de referente a la idea del faro tan apreciada en el mundo decó.

El sentido global de la obra resulta evidentemente verticalista: fuertes pilastras que rematan en increibles capiteles compuestos por multitud de líneas y quiebros, y sobre todo cuerpos de medio hexágono que sobresalen rítmicamente de la fachada, sustituyendo la larga tradición de miradores en Melilla.

En el interior destaca la plasticidad de la escalera principal, que consigue establecer un fuerte dinamismo con la disposición de los peldaños, sin olvidar elementos artesanales como la forja, las yeserías llenas de rayos y grafismos o la puerta principal de entrada, uno de los mejores trabajos déco de Melilla.

A pesar de la destacada altura formal que consigue en estos dos proyectos, Enrique Nieto no se prodigó realizando otras obras similares.

Hay que señalar que por estas fechas (1933), las formas que triunfaban de una manera absoluta en la ciudad eran las aerodinámicas popularizadas por el arquitecto Francisco Hernanz.

El déco propuesto por Nieto aparecía recargado en exceso, de cara a un gusto que comenzaba a caminar hacia la documentación. No obstante, la Secesión continuaría determinando parte de la obra de este autor como ya hemos apuntado antes.

De este modo acudió una vez más al amplio repertorio que el ámbito catalán le ofrecía y se inspiró en algunos modelos procedentes de la arquitectura culta y refinada del arquitecto Eduardo Ferrés i Puig.

Lo realmente sorprendente es que Nieto recurriera a estas formas en los años treinta, cuando los modelos ya se habían aplicado veinte años antes. ¿Cuál fue la percepción de este arquitecto para diseñar edificios de formas mimétricas que ya habían quedado entonces completamente desfasadas:. ¿es que tales formas podían ser presentadas como modernas en Melilla?

Para contestar a estas preguntas debe considerarse que Enrique Nieto comienza a verse impelido al cambio por la obra de otros arquitectos (todos ellos al margen del Modernismo).

Esa necesidad por “buscar la modernidad” determina que plantee varias obras Art Déco en los inicios de los años treinta, aunque dos años más tarde, entre 1933 y 1936, proyecta también varios edificios donde sigue de cerca algunas obras secesionistas.”

[Bibliografía: Antonio Bravo Nieto. Modernismo y Art Déco en la arquitectura de Melilla.Edicions Bellaterra-UNED Melilla.2008]

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