En el pasado siglo contó Melilla con un buen número de cines de los que solo queda en pie y funciona como tal, el Teatro Cine Perelló.
Para saber de su historia, de como se gestó acudimos a las publicaciones de varios autores.
Juan Díez Sánchez en su obra Melilla y el mundo de la imagen dedica unas líneas a este cine:
“ Gran Teatro Cine Perelló
Situado en el número 37 de la calle General Polavieja, fue inaugurado la noche del viernes 30 de enero de 1932 con un festival a beneficio de la tropa de los Exploradores de España en Melilla.
Concebido inicialmente para ofrecer películas mudas y toda clase de espectáculos gracias a un escenario calificado entonces como amplio y confortable.
Al día siguiente de su inauguración comenzó la andadura cinematográfica proyectando en estreno “El fabricante de suicidios” y la película, en nueve partes “Brodway”.
Proyectado primero como garaje, es obra del arquitecto Enrique Nieto de su primer propietario, Manuel Perelló López, tomó nombre este coliseo.
Manuel Perelló López fue un hombre con dilatada experiencia en este tipo de industria que deseoso de ofrecer lo mejor a los melillenses, no escatimó esfuerzos e incluso visitó importantes salas de espectáculos de París, Bruselas y Madrid para recabar ideas de aplicación en Melilla.
Provisto de sala de butacas, palcos y anfiteatros con un aforo total de 1.400 localidades, podemos destacar el equipo de proyección modelo Enerma III de la firma alemana Zeiss Ikon, A.G. provisto de objetivo ultraluminoso.
Poco tiempo después de inaugurarse se ofrecieron películas sonoras y pasó a ser regentado por la firma Taboada. Más tarde, en los años cincuenta fue administrado por el empresario José Nadales Merino.”
La inauguración de este nuevo establecimiento de espectáculos aparece reflejada en la edición del día 30 de enero de 1932 de El Telegrama del Rif:
“Inauguración del Gran Teatro- Cine Perelló. A beneficio de los Exploradores
Anoche, con un lleno completo, total agotamiento de localidades y entrada, tuvo lugar la inauguración del nuevo y modernísimo “Gran Teatro Cine Perelló”, situado en la calle del Doctor Rizal, número 37, (antes Polavieja).
La función inaugural fue a beneficio de la Tropa de los Exploradores de España en Melilla, interviniendo en ella notables aficionados de la localidad.
El numeroso público que asistió al “Gran Teatro Cine Perelló”, quedó gratísimamente impresionado, ante la suntuosidad y exquisito gusto con que ha sido decorado el nuevo coliseo, llamando poderosamente la atención la magnífica instalación eléctrica, hecha a base de alumbrado indirecto, con muy bien combinadas tonalidades, que a veces dan a la sala aspecto de maravilla.
Se puede asegurar que la instalación eléctrica es un verdadero alarde de tecnicismo, desde luego desconocido en Melilla.
Por lo que respecta a la sala de butacas, palcos, anfiteatros y entrada general, las instalaciones están hechas con arreglo a las modernas exigencias, resaltando en todos los destalles buen gusto y comodidad.
A ello ha contribuido la dilatada experiencia de su propietario el señor Perelló, quien antes de comenzar la construcción del modernísimo coliseo visitó las más afamadas salas cinematográficas de Bruselas, París y Madrid.
Los vestíbulos son soberbios y los servicios de higiene se encuentran irreprochablemente dotados.
Inaugurado el “Gran Teatro Cine Perelló” con exhibiciones de películas de las casas más acreditadas, más tarde tiene el señor Perelló en proyecto presentar números de variedades de reconocida fama, para lo cual ha construido un precioso escenario a propósito para esta clase de espectáculos frívolos.
Desde ayer cuenta Melilla con un nuevo salón de espectáculos, que puede competir con los mejores de la península. No dudamos que con los grandes atractivos, el nuevo coliseo se verá a diario concurridísimo y más si se tiene en cuenta que el señor Perelló ha invertido un verdadero capital en la adquisición de costosísimas películas.
Muchas felicitaciones recibió el señor Perelló, con motivo de la inauguración del nuevo coliseo, a las que unimos la nuestra muy efusiva.”
Efectivamente, como bien explica Juan Díez, esta obra en origen iba a ser un Garaje, Alfonso XIII, siguiendo el proyecto del arquitecto Luis García Alix (15 de noviembre de 1926). Posteriormente, con fecha de 3 de junio de 1927 se modificó elevando su cubierta.
Sobre este cine, escribe el cronista oficial de la ciudad, Antonio Bravo Nieto en La construcción de una ciudad europea en el contexto norteafricano:
“El siguiente edificio (de envergadura) que se levantó con esta función, fue el Teatro-Cine Perelló, construido a partir de 1926, en un momento en el que el cine ya había calado profundamente como un fenómeno cultural de masas.
Tres años después, en diciembre de 1929, Enrique Nieto proyectó un nuevo Teatro, el Kursaal, en la avenida de Cándido Lobera; el último y más grandioso proyecto de Teatro Cine en Melilla, el Monumental Cinema Sport, dataría finalmente de junio de 1930, a partir de un proyecto del arquitecto de Cartagena Lorenzo Ros Costa.
En principio, todos estos cines-teatros se construían en los ensanches, requiriendo sin embargo su tamaño la agrupación de varios solares que adoptaban
la típica forma rectangular; en este sentido no contrastaban con respecto a otras edificaciones salvo en el volumen edificado total, que ya evidenciaba una arquitectura que había nacido con voluntad de ser representativa y monumental.
La construcción de este tipo de grandes edificios conllevó una serie de problemas técnicos derivados principalmente de sus dimensiones y de la necesidad de crear un amplio y diáfano espacio interior.
Para sostener los palcos del Kursaal, por ejemplo, Enrique Nieto tuvo que acudir estructuralmente a dos incómodas (para los espectadores) columnas que arrancaban del patio de butacas; algo parecido ocurrió con la estructura del Monumental, hecho que sin embargo no ocurriría en el Teatro Perelló, al utilizarse una viga maestra metálica de grandes dimensiones 7 que cruzaba de pared a pared, eludiendo la necesidad de columna alguna.”
En la misma obra, más adelante escribe:
“Luis Garcfa Alix. La obra del ingeniero de minas Luis García Alix, dedicado durante dilatados períodos de tiempo a la construcción, fue muy amplia. El quehacer de este técnico estuvo muy determinado por el ambiente decorativista local, sin plantearse nuevos caminos o propuestas personales.
De gran envergadura es su proyecto para Garaje Alfonso XIII de 1926,que se convertirla al año siguiente en el teatro Cine Perelló, respetándose las
fachadas diseñadas para el garaje.
El resultado es que la «envoltura» del teatro no parece tal, al disponer series repetitivas de ventanas en su fachada lateral y posterior. La ornamentación es idéntica a la utilizada en algunas obras anteriores de Enrique Nieto, aunque dispone de un remate original con óvalos entre guirnaldas y cabezas de felinos en el cornisamento. El conjunto ofrece un marcado aire art déco, debido sobre todo al consumo de elementos geometrizados de la Secesión.”
[Bibliografía: Juan Díez Sánchez. Melilla y el mundo de la imagen. Ciudad Autónoma de Melilla. 1997.
Antonio Bravo Nieto. La construcción de una ciudad europea en el contexto norteafricano. Ciudad Autónoma de Melilla. Universidad de Málaga.1996]