Conociendo nuestro patrimonio El Teatro Alcántara

Durante casi una veintena de años, nuestra querida Melilla la Vieja contó con un teatro, el Alcántara levantado sobre los Almacenes de las Peñuelas.

El historiador melillenses Juan Díez Sánchez en su obra Melilla y el mundo de la imagen nos cuenta la historia de esta edificio hoy desparecido:

“Situado en Melilla la Vieja, el Teatro Alcántara fue levantado en el año 1897 sobre la cubierta de un antiguo edifico construido en 1773 frente a los más importantes aljibes de la ciudadela dando su fachada principal a la Cuesta de las Peñuelas.

El Teatro Alcántara fue iniciativa del general de División y gobernador de Melilla, desde el 26 de abril de 1895 hasta su fallecimiento el 11 de junio de 1898, José Alcántara Pérez, un hombre de gran integridad moral y preocupado por el progreso de la ciudad.

Con la inauguración de este centro lúdico la sociedad melillense de fines del siglo pasado experimentó un gran avance al gozar de un teatro al igual que otras localidades de similar entidad.

Este primer teatro edificado en nuestra ciudad era pequeño y constaba de dos plantas, una baja donde se situaba la sala de butacas y plateas y otra elevada con cuatro gradas destinadas a espectadores de menores posibilidades económicas.

En él se representaron numerosas obras teatrales por parre de grupos de aficionados locales y artistas profesionales peninsulares, generalmente de poca monta. También en el Teatro Alcántara se solían celebrar bailes y durante varias temporadas se utilizó como cine.

Aunque la falta de locales idóneos en Melilla y el creciente interés por los espectáculos cinematográficos, durante los años 1907 y 1909, el Teatro Alcántara fue utilizado también como sala de proyección de películas.

A finales del mes de abril de 1907 debutó en el primer teatro melillense la compañía cómica dirigida por el Sr. Aguado y éste como novedad para amenizar su espectáculo en vivo de variedades y atraer más público, aportó la exhibición de cuadros cinematográficos.

A este primera ocasión conocida en que el Teatro Alcántara sirvió de cine seguirán otras como ocurriera a mediados del mes de diciembre del mismo año 1907, cuando el empresario Juan Salinas propietario del “Cinematógrafo Moderno” llevó a cabo nuevas exhibiciones.

La llegada del invierno y el mal tiempo influiría notablemente en la programación de este cine, que llegó a suspender algunas sesiones e incluso en febrero de 1908 se comunicaban al público: “En lo sucesivo sólo habrá exhibición los domingos y los días de trabajo en que el tiempo sea bueno”.

Títulos

En el “Cinematógrafo Moderno”, instalado en el Coliseo de la Plaza de los Aljibes se proyectaron algunos filmes de títulos tan sugestivos y divertidos como los que siguen: “El gato tenaz”, “El caballo artista”, “Robo de una novia en bicicleta”, “Ciclista miope”, “Mono enamorado”.

En cada sesión solían proyectarse diez películas y éstas tenían aproximadamente doscientos metros de longitud y quince minutos de duración.

Última función

El “Cinematógrafo Moderno” del empresario Salinas, ofreció su última función en el Teatro Alcántara en la tarde y noche del 19 de abril de 1908; al mes siguiente de nuevo el “Cinematógrafo Moderno” volvería a deleitar al público melillense al instalarse en un barracón situado en la actual plaza de España.

1909

En el año 1909 la sala del Teatro Alcántara de nuevo fue utilizada para ofrecer espectáculos de cine. Esta vez de mano del “Cinematógrafo Ideal” que a partir del día tres de abril de 1909 comenzó a exhibir vistas, tres funciones semanales en combinación con el “Cine Pascualini” de Málaga propiedad de Emilio Pascual Marcos que fue uno de los primeros cines malagueños.

La empresa del “Ideal” permaneció poco tiempo a cargo de la sala del Teatro Alcántara, pues a mediados de mayo del mismo año 1909 nuevamente comenzó a explotarla Juan Salinas, quien obligado por sus muchas deudas se vio meses antes en la necesidad de abandonar el barracón de la Plaza de España:; ahora J. Salinas volvía al negocio del cine apoyado por un socio capitalista, el banquero catalán, Juan Salleras.

Los sucesos del mes de julio de 1909 obligaron a aplazar los espectáculos de cine en el Teatro Alcántara, “en vista de las especiales circunstancias por que atraviesa la Plaza”. El día 17 de julio se reanudaron las sesiones, para a los pocos días suspenderse definitivamente con motivo de la guerra y servir de hospital circunstancial durante algún tiempo.

Al crecer la ciudad e inaugurarse nuevos locales de espectáculos en la zona del centro y barrios, el Teatro Alcántara dejó de utilizarse y pasados algunos años fue demolido, transformándose en terraza anexa al inmediato edificio que hoy ocupa el Gobierno Militar.”

El Cronista Oficial de la Ciudad, Antonio Bravo Nieto, dedica también unas líneas al Teatro Alcántara en su obra La construcción de una ciudad europea en el contexto norteafricano:

“En la zona antigua de la ciudad de Melilla hubo a finales del siglo XIX, algunas casas cuyos patios sirvieron como improvisados escenarios, pero será a partir de 1897 cuando se edifique con proyecto de un ingeniero militar el primer teatro, el denominado Alcántara, sobre la base de unos almacenes del siglo XVIII.

La posterior expansión de la ciudad por el ensanche, marginó rápidamente la vida de este primer edificio, a pesar de que en 1904 fuera reformado por el ingeniero militar Joaquín Barco Pons: por esta razón y ese mismo año, la Junta de Arbitrios discutía públicamente la conveniencia de designar emplazamiento para un teatro en los nuevos terrenos que por entonces se pensaba urbanizar.”

El Teatro Alcántara en El Telegrama del Rif

Muchas fueron las representaciones llevadas a cabo en el que fuera el primer teatro de Melilla. De las anteriores a la creación del periódico local no es posible dar cuenta pero si de algunas de las publicadas en sus páginas.

Ello nos sirve para conocer, en cierto modo, cuales eran los gustos de los melillenses en lo que referente a la cultura:

Teatro

28 de junio de 1903

Como anunciamos, esta noche se verificará en el teatro Alcántara una función, por la compañía de “Atracciones” que dirige el notable ilusionista Sr. Layo, con arreglo al siguiente programa:

1º Sinfonía

2º Mr. Fernand Ling con sus interminables manipulaciones sistema Neso Dova, Rey des dollars.

3º Baile español por los simpáticos niños cordobeses.

4º El aplaudisísimo ilusionista español “Caballero del Palacio”, con sus inimitables experimentos científicos recreativos presentando el incomprensible “armario de los hermanos Dwent-Port.

5º Une quadrille a la Prefecture.- Cante y baile francés por los niños Cordobeses.

6º Estreno del bonito juguete cómico en un acto y en prosa de los hermanos Quintero, ejecutado por los niños Layo, titulado “El Chiquillo”.

En el Teatro Alcántara

21 de febrero de 1904

Muy concurrida estuvo la función celebrada en el teatro. Las estudiantinas de El Telegrama del Rif y La Unión, cosecharon muchos aplausos, de los que participaron también los actores que tomaron parte en las piececillas representadas.

Mañana tendrá lugar la primera función de las 10 de la segunda serie, y según sabemos, son muchas las plateas y butacas abonadas.

Teatro Alcántara

8 de octubre de 1904

“Matrimonio civil” y “El Padrón Municipal” fueron las obras puestas en escena el jueves, constituyendo un éxito para la compañía del Sr. Portes.

Especial mención merece la labor del señor Portes (D. José), que hizo un delicioso viejo verde, manteniendo la hilaridad en los espectadores durante toda la noche, y haciendo que el público interrumpiese infinidad de veces la representación con nutridos aplausos.

La Sra. Torrecilla muy bien en el papel de patrona intransigente.

Emilio Portes, como siempre muy en carácter; y Aguado en su embolado demostró que sabe decir y tiene gran aplomo.

Las Sras. Figueroa, Martín y las señoritas Mela y Toscano, bien, contribuyendo eficazmente al buen conjunto.

Herreros es novel, pero tiene voluntad y condiciones para la escena, saliendo airoso de sus papeles, que ejecuta con verdadero amor.

El público más numeroso que la noche del debut.

Hoy se podrán en escena el grandioso drama de Echegaray “El Gran Galeoto” y el chistoso juguete “Juez y parte”.

La velada en el Teatro Alcántara

19 de abril de 1906

Las primera de las fiestas de la temporada a cargo del admirabilísimo Cuadro Artístico del Casino Militar, ha sido verdaderamente agradable y entretenida.

Quisiéramos disponer de fuerzas para reseñar con extensión la brillante , pero a la una de la madrugada, hora en que escribimos, el cuerpo y el espíritu y el espíritu se hallan necesitados de reposo.

La sala deslumbradora de luz y de hermosura. En palcos y butacas un mundo de damas lucían elegantísimos tocados dignos de una pluma ténica. Citar nombres, tarea imposible. Mil perdones bellísimas damas por mi concisión pero a ello me obliga el cansancio.

Por inconvenientes de última hora se cambió el orden del programa poniéndose en escena de una manera inimitable “La reja”, de los Quinteros, en cuya interpretación alcanzaron un éxito loco las bellas señoritas de Santacruz y G. Vergara y señores Fuentes, Usera, Zegrí, Aguirre (debut) y Martínez.

La concurrencia no se cansó de reír y aplaudir. La represe de “El Regimiento de Lupión” cuyo estreno constituyó el pasado año un triunfo colosal para el amigo Fuentes y compañeros de cuadro, fue anoche un reverdecimiento de laureles para la elegante Sra. de Delgado y lindas señoriras de Barrios, Vergara y Benítez que desempeñaron respectivamente los papeles de Emilia, Marquesa Mimí y Paca con maravillosa perfección.

Fuentes magnífico de carácter y los demás, Bayo, Usera, Santacruz, Celis, Zegrí, Martínez y Aguirre (delicioso Canguis) desternillando de risa el auditorio que premió con calurosos aplausos la prodigiosa labor de todos.

[Bibliografía: Juan Díez Sánchez. Melilla y el mundo de la imagen. Aproximación a la fotografía, el cine y la televisión. Ciudad Autónoma de Melilla.1997

Antonio Bravo Nieto. La construcción de una ciudad europea en el contexto norteafricano. Ciudad Autónoma de Melilla.1997]

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