Conociendo nuestro patrimonio Edificio de los herederos de Antonio Ibancos

Próximo a las obras de la entonces Iglesia del Llano, hoy del Sagrado Corazón de Jesús se levantó este edificio según proyecto del ingeniero militar Francisco Carcaño en un primer momento para después en la década de los veinte ser reformado por Enrique Nieto.

Para conocer su historia acudimos a lo publicado por Salvador Gallego Aranda en una de sus publicaciones sobre el arquitecto catalán:

“La distribución en distritos de la ciudad, hace que los números pares de la calle López Moreno, situada en pleno centro urbano, pertenezcan al Barrio del Carmen y no al de Héroes de España, descentralizando, sobre el papel, una realidad de hecho.

La primera concesión del solar la tendrá D. Francisco Peso Urbano, quién con las trazas — 5 marzo 1910— del técnico militar D. Francisco Carcaño Más, examinadas por el ingeniero de la Junta de Arbitrios D. José de la Gándara —2 mayo 1910—, levanta un edificio de tres plantas, siendo la superior destinada a Galería fotográfica.

En él, la primera composición con apuntes modernistas ajena al Sr. Nieto, lo que nos habla de otra vía de penetración de esta nueva estética en la urbe.

Este primer diseño será reformado —4 junio 1912— por el mismo ingeniero, añadiéndole un piso más para igualarlo con la nueva ampliación de superficie de la casa y la citada Galería al construir en el solar inmediato, cuyos bajos se dedicarán a imprenta.

Ambos proyectos alcanzarán —según la escritura de préstamo hipotecario y de venta (29 agosto 1917)—, la suma total de 36.760 ptas. El cambio de propiedad del Sr. Peso a D. Antonio Ibancos Llorca se realizará entre julio de1918 y marzo de 1920, meses antes de su muerte —funerales, 7 enero 1921—.

[La noticia del fallecimiento fue recogida en El Telegrama del Rif del miércoles 5 de enero en la que se daba cuenta de tan triste pérdida:

“El próximo viernes, a las once de la mañana, se celebrarán solemnes funerales en la iglesia del Sagrado Corazón, por el eterno descanso del alma del antiguo y conocido comerciante don Antonio Ibancos Llorca (q.e.p.d.).

Este acto de piedad se verá, sin duda muy concurrido, dado el profundo sentimiento que la inesperada desgracia ha producido y los afectos y simpatías que en vida gozara el finado.

Por su parte, la apenada familia doliente, invita a sus numerosas amistades, a la religiosa ceremonia.”]

Sobre el edificio existente, se efectuará la reforma del Sr. Nieto —agosto

1923, presupuesto inicial: 30.870 ptas.—, respondiendo, según el informe

de D. Bernardo Gil Pina —administrador y yerno del Sr. Ibancos—, a que la finca no reunía las condiciones de seguridad necesarias, debido a las deficiencias técnicas de la construcción anterior y a la necesidad de adecuarla

para vivienda de la Sra. Viuda de Ibancos.

Las obras de mejoras —llevadas a cabo por el contratista D. Juan

Sánchez Calleja— son, en planta, el cambio de la caja de escalera que, en

el anterior proyecto, dejaba las habitaciones más amplias a segundas luces y con la nueva ubicación les permite recibir luz directa, salvo la cocina que la toma del patio interior, y, en alzado, considerando como fachada principal la de la Plaza Menéndez Pelayo, la composición desdoblada, unitaria y simétrica de un frontispicio de textura acanalada, donde destaca el mirador central que recorre y enlaza las dos plantas superiores con desarrollos florales muy acotados a sus antepechos.

En agosto de 1924, se proyectan dos viviendas en la azotea, retranqueadas de la línea de fachada y, en mayo de 1940, también del mismo arquitecto y en el mismo lugar, otras dos habitaciones.

En marzo de 1941, la propiedad le sigue correspondiendo a la Sra.

Viuda de Ibancos y, aproximadamente, una década más tarde a D. Alfonso Martínez Lobato, quién regenta el «Café Rango» y la confitería

«La Bombonera».

La planta baja —que remarca el dovelaje perpendicular de sus luces adinteladas— estará destinada a actividades comerciales: a mediados del siglo pasado «Almacenes Romero» —cocina a gas butano—, «Emilio Romero Rizo» (1966) y «Muebles Mabel» —desde la década de los setenta—, a dos fachadas; y a la derecha de la puerta de acceso, «Cafetería Los Arcos» (1996) y Juan Torreblanca —Procurador—, y, en los pisos superiores, para fines residenciales y oficinas, como: «Construcciones Romero», «Colegio Oficial de Médicos» (1966), «Centro de reconocimiento de conductores» y, desde los noventa, «Rusadir» —Asesoría fiscal y contable—, sustituido por «Seguros

Gan Agemel S. L.» —Asesoría de Gestión (1997)—, así como, entre otros, el despacho de la abogada D.ª Rocío Rodríguez Bayón. Por idéntica fecha, en el 2.º piso, la «Academia Bueno Ruiz».

La cartela del barcelonés, a la altura del primero, en la crujía que separa la fachada preponderante de la secundaria, nos habla de una tipología autográfica, sólo reconocida en este predio y para la que utiliza la escayola. Será recibida en la fachada por medio de tres clavos —de distintas cabezas—, estando su decoración formada por festón y guirnaldas de rosas, a modo de orla, de una leyenda epigráfica —E Nieto= ARQUITECTO—, que se verá invadida por las ramas ascendentes del laurel.

Lo más destacado, sin lugar a dudas, son los balaustres de sus herrajes —piso segundo en Menéndez Pelayo y plantas superiores en López Moreno— en el más puro Art Nouveau que hoy podemos encontrar en la ciudad.

Sin embargo, no debe sorprendernos del todo la reiteración de esta seriada «línea de látigo» en provincias como Almería y en la región levantina, como nos habla el Dr. Villanueva Muñoz, mencionándonos una oferta y elección por catálogo que emparenta afinidades y diseños.

Junto a ellos reseñar, por un lado, las molduras de las sobre ventanas

que, con el perfil sinuoso de la hiedra, triplican, y hacen trino de casi todos los elementos ornamentales vegetales que, con las algarrobas inferiores, florecen, junto a hojas lanceoladas, en lo más alto de sus curvaturas.

Por otro, las mirandas enmarcadas por alargados baquetones y el trazado inciso, de perfil curvilíneo, que custodia sus vanos acristalados y donde los antepechos, ramificando tallos y helechos, nos permiten visualizar el crecimiento vibrante y siempre sinuoso de la naturaleza.

El edificio —restaurado en 2009— quedará rematado por un pretil remozado, partiendo de un entablamento con una cima recta, alero corrido y un friso atomizado, en toda su extensión, donde reina la rosa. Este bello inmueble, sólo desdibujado por la vivienda de azotea colindante con su línea de fachada, nos dará paso, en próximas composiciones, a silencios ornamentales que deben ser valorados como la salida paulatina y compensada de un lenguaje estilístico en plena evolución hacia su canto del cisne.”

La Familia Ibancos

Antonio Ibancos Llorca, propietario de este edificio, era hijo de Asensio Ibancos Yepes, marinero nacido en Cartagena (Murcia) y de Ángela Llorca Llorens, natural de Benidorm, su tercera esposa.

Con anterioridad había contraído matrimonio primero con Antonia Lorenzo; fruto de esta unión nació Fernando Ibanco Lorenzo. En segundas nupcias casó con Josefa Pérez.

Asensio y Ángela fueron padres también de Vicenta, Asunción, y Felipe. En 1874 ya estaban viviendo en Melilla concretamente en la calle San Antón. Seis años después vivían en el número 4 de la calle Horno.

Con ellos vivía también Felipe Llorca Rizo, hermano político, de profesión pescador.

[Bibliografía: Salvador Gallego Aranda. Enrique Nieto.Un paseo por su arquitectura. Fundación Melilla Ciudad Monumental.2010

Isabel Mª Migallón Aguilar.- Información Familia Ibancos.- Familias de Melilla siglo XIX]

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