Según la Real Academia de la Lengua la palabra carnero, procede del latín carnarium (fosa) haciendo referencia al lugar donde se echan los cadáveres. Y también al “sepulcro de familia que solía haber en algunas iglesias, elevado como una vara del suelo.
En Melilla existe una zona con tal denominación a la que se tiene acceso desde la plaza de las Culturas. Desde hace algún tiempo se está procediendo a su restauración.
Conozcamos su historia y el por qué de su existencia.
Antonio Bravo Nieto, doctor en Historia y cronista oficial de la ciudad en su obra Melilla la Vieja (Guía de las fortificaciones de Melilla) hace la siguiente mención:
“Foso de los Carneros, conocido como Cava de la Villa Vieja, se trata del foso correspondiente a las murallas medievales de la ciudad que fue reutilizado en la reforma del siglo XVIII.
Sufrió diferentes ampliaciones y cuenta con un puente levadizo junto a la puerta de Cinco Palabras.
Su nombre actual puede proceder de 1680, cuando en una epidemia se utilizó este lugar como Carnero- lugar donde se echan los cadáveres- para enterrar a los fallecidos.”
En la obra Melilla la Vieja. Plan especial de los cuatro recintos fortificados, aparece mencionado por sus autores en varias ocasiones:
“Comenzó la excavación de este foso en 1497, en la misma noche de la llegada de Pedro de Estopiñán y Virués. Los trabajos prosiguieron a diferente ri ritmo durante todo el siglo XVI, siendo llamado foso de la VILLA VlEJA.
En 1680-1682, el gobernador Toscano Brito, según planos del ingeniero Octavio Meni. reparó e hizo el foso de la ALAFIA, de 2 1 5 x 30 x 9 varas, encontrando en la excavación una fuente de agua.
A finales del siglo, 1697-1 699, el gobernador Canal y Soldevilla, siguiendo trazas del ingeniero Felipe Martín de Paredes, efectuó una MINA REAL de mar a mar, distante a un tiro de arcabuz de las fortificaciones de la Plaza, en la contraescarpa del foso. A la vez ensanchó este foso de los Carneros, construyendo casamatas en su escarpa que comunicaban con el foso del Hornabeque.
Los trabajos prosiguieron para perfeccionar la obra y así en 1711-1714, el gobernador Ungo de Velasco hizo levadizo su puente y al año siguiente Patricio Gómez realizó la estacada de su camino cubierto, en la contraescarpa
del foso.
Este foso se iniciaba junto al torreón de Cinco Palabras, y marchaba en línea recta hasta el baluarte de San Femando, donde daba un quiebro de 90 º terminando junto al baluarte de San José Bajo.
Afectado por las grandes transformaciones del Tercer Recinto entre 1721-1722, y la construcción posterior del Cuarto, pasaría pronto a un segundo plano.
En 1747 se llamaba FOSO DE LAS MINAS. El nombre de LOS CARNEROS puede proceder de la existencia en este lugar de un CARNERO (lugar o fosa donde se enterraba a los muertos}, debido a la epidemia que azotó Melilla en 1680.
Como toda obra abaluartada, el Tercer Recinto disponía para su protección de un foso, formado por la escarpa, contraescarpa, y desde ésta última, se situaba el camino cubierto. la estacada y el glacis.
El Tercer Recinto se complementaba por otras obras de fortificación, exterior al perímetro de sus murallas: sobre el ángulo flanqueado de San Fernando se construyó la LUNETA DE SAN FELIPE, y sobre el de San José
Bajo, la de SANTA lSABEL, ambas de la primera mitad del siglo XVlll y desaparecidas debido al crecimiento de la ciudad.
Con respecto al foso de los Carneros, a fina les del XIX, se le adosaron a su escarpa y contraescarpa varias edificaciones, que fueron demolidas en los años sesenta.
De 1988 data un proyecto de recuperación de este foso y su entorno.”
En la web de la Consejería de Medio Ambiente de la Ciudad Autónoma de Melilla hallamos la siguiente información:
“FOSO DE LOS CARNEROS
Conocido como Cerca o Cava de la Villa Vieja se trata con probabilidad del foso mas antiguo de Melilla, el correspondiente a las murallas medievales de la ciudad.
Tras la llegada de los españoles, se repararon y reconstruyeron las murallas circundadas por este foso, con una longitud de 130 metros, como un recinto con diferentes torreones de tipología medieval, que se llamaría Villa Vieja.
En 1498 su profundidad era de 7,5 metros y su anchura la misma medida. En épocas determinadas fue un foso inundado por el mar. Su nombre actual puede proceder de 1680, cuando en una epidemia se utilizó este lugar como «Carnero» para enterrar a los fallecidos.
Entre el foso de los Carneros y el del Hornabeque se excavaron en 1697 varias cuevas que servían de casamatas con entrada por ambos fosos, y más tarde utilizadas como almacenes.”
También en otra web: www.aulacor.es aparece publicado un artículo dedicado al tercer recinto fortificado en el que figuran unas líneas dedicadas a este lugar:
“El foso de los Carneros, un irregular y amplio foso que rodeaba el Segundo Recinto Fortificado de Melilla, iba desde la zona más alta y rocosa del Torreón de Cinco Palabras hasta confundirse con las arenas de la playa, era conocido como “Cerca o Cava de la Villa Vieja” y, al parecer, su existencia data de la Edad Media, fue aprovechado cuando se realizó la reforma en el siglo XVII para crear el tercer Recinto.
Desde este foso con probabilidad el foso más antiguo de Melilla, se puede observar la torre de las Cinco Palabras o de la Alafia, único resto de la antigua muralla medieval de la Melilla prehispánica.
También se le llamó foso de la puerta de Tierra y foso de las Minas, al tener éstas galerías subterráneas una de sus entradas por él. Su nombre actual puede proceder de 1.680, cuando en una epidemia se utilizó este lugar como «Carnero» para enterrar a los fallecidos, para evitar contagios o enfermedades. En 1.498 su profundidad era de 7,5 metros y su anchura la misma medida. En épocas determinadas fue un foso inundado por el mar, como ocurrió en la época del gobernador Diego Toscano y Brito (1.680-83), que en 1.681 amplió su profundidad y anchura siguiendo las indicaciones del ingeniero Octavio Meni, construyendo sobre él un puente levadizo.
En 1.697 se excavaron varias cuevas que servían de casamatas con entrada por ambos fosos, entre el foso de los Carneros y el del Hornabeque y más tarde fueron utilizadas como almacenes.
En la contraescarpa del foso se construyó una estacada con su camino cubierto, como es prescriptivo en fortificación abaluartada.
La gran distancia con las murallas del tercer recinto, obligó a la doble protección de las comunicaciones de éste con el interior de la ciudad a través de un camino subterráneo y otro, protegido, en superficie. Las obras fueron dirigidas por el ingeniero militar Juan Martín Cermeño.”
En la mayoría de los casos se hace referencia al año 1680 como punto de partida del nombre de este foso. El que fuera cronista oficial de la ciudad, Gabriel de Morales, en su obra Efemérides de la historia de Melilla lo menciona:
“El 27-02-1680 se declaró la peste de los catarros, que hasta el 21 de julio en que terminó, ocasionó 174 víctimas, enterradas en el Carnero (fosa común) de la Victoria.”
Gracias a la labor de investigación realizada por el historiador Antonio Carmona Portillo poseemos los datos de las personas fallecidas durante esta epidemia recogidos en los libros de defunción que son custodiados en el Archivo Diocesano de Málaga.
El primer registro de fallecimiento que tiene como causa “del contagio” es una párvula. Asensia Molina que fue enterrada el 14 de mayo de 1680. Como ella otros niños y niñas, además de soldados, desterrados y vecinos de la Plaza.
[Bibliografía: Gabriel de Morales y Mendigutia. Efemérides de la historia de Melilla (1497-1913) UNED. Melilla.1996.
Salvador Moreno Peralta, Jesús Miguel Sáez Cazorla, Antonio Bravo Nieto. Melilla la Vieja. Plan especial de los cuatro recintos fortificados Consejería de Cultura. Melilla.1999
Antonio Bravo Nieto. Melilla la Vieja (Guía de las fortificaciones de Melilla). Editorial Evergráficas S.L. 2002]