Restauración y Conservación

Las primeras consideraciones sobre el valor arquitectónico de Melilla fueron la de los recintos, sus trabajos de rehabilitación se iniciaron en la zona de la Marina en 1917, y con más intensidad entre 1927-1930, con el gobierno de primer ayuntamiento, que inició diferentes obras de adecentamiento.

El valor monumental de los Recintos Fortificados de Melilla fue reconocido para el patrimonio histórico y cultural español por su inclusión en el Decreto  del 11 de Agosto de 1953 (BOE de 7 de septiembre de 1953), ratificado, tras la promulgación de la nueva Ley del Patrimonio, por el Real Decreto 2753 de 5 de Diciembre 1986 (BOE de 17 de enero de 1987),en el que declara «Bien de Interés Cultural, con la categoría de Conjunto Histórico, una zona de la ciudad de Melilla”. Esta disposición viene complementada por dos anexos, en los cuales se establece, respectivamente, la Delimitación del Conjunto Histórico y una zona de entorno de protección. En el área protegida se incluyen Melilla La Vieja, el Ensanche Modernista y algunas zonas del barrio Industrial y del Real.

Las primeras intervenciones de reconstrucción y acondicionamiento para las visitas de los recintos se inician en 1953, bajo la dirección de Francisco Mir Berlanga (fundador de la Asociación de Cronistas Oficiales de España), el asesoramiento del ingeniero militar Juan Rodríguez Puget y el de la Real Academia de Santelmo, siendo refrendado por el Arquitecto Conservador de los monumentos de la 7ª zona, que intervinieron en el conjunto hasta 1970, realizando obras de limpieza y consolidación de los diferentes elementos defensivos, con ajardinamiento y accesos. Fruto de su trabajo son  la Batería Real (1955) y los actuales accesos del Primer, Segundo y Tercer Recinto.

Tras diversas investigaciones y documentación de los elementos y las ruinas e inventario de gran parte de la fortificación (1981-87) por la Asociación de Estudios Melillenses a cargo del Vocal de Patrimonio Jesús Miguel Sáez Cazorla y Antonio Bravo Nieto, a quienes se les concede en 1987 el Premio Nacional » Manuel Corchado » de Investigación Histórico – Arqueológica. Estos con el arquitecto malagueño Salvador Moreno Peralta en 1989 realizan la redacción de un “Plan Especial de Restauración Integral” (PERI) de los recintos fortificados, decidido por parte de las autoridades de la ciudad de Melilla según acuerdo de la Comisión de Gobierno del 14 de Mayo de 1987. Fueron objeto de la concesión de un diploma por Europa Nostra en el año 1999 y la concesión de la medalla de oro por la Asociación Española de Amigos de los Castillos.

En la actualidad la Fundación Melilla Ciudad Monumental pretende la difusión de Melilla y su Patrimonio Cultural a nivel nacional e internacional.

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