A ella se accede a través de un puente sobre el Foso del Hornabeque. En este lugar históricamente conocido como “Villa Vieja” se asentaron los primeros pobladores de Melilla tras la ocupación de Melilla en 1497
En la Antigüedad pudo ser el área foral y comercial durante los siglos II a.C- I d.C. Se han encontrado vestigios de presencia púnica y romana.
Durante la Edad Media pudo ser una zona de mercado local, de ahí el nombre con que se la conoció posteriormente, “Plaza de la Alaphia”, cuya traducción al árabe es “Plaza de Paz”. De esta época, que cronológicamente abarca cinco siglos, del X al XIV, se han encontrado numerosos silos de grano, cuyo material cerámico ilustran periodos de época omeya, almorávide, almohade o nazarí.
A finales del siglo XV era una cerca amurallada de tipología medieval que albergaba en su interior algunos edificios, entre los que destacaba la ermita de la Virgen de la Victoria, patrona de Melilla.
El primer templo que se erigió en Melilla tras la llegada de Pedro de Estopiñán debió estar en esta plaza ya que era donde se ubicó el primer asentamiento de población. Aquí permaneció al menos hasta 1550.
En 1553 el ingeniero Juan de Zurita afirmaba que la iglesia que estaba en la Alafia se derribó y su piedra fue gastada en las obras. Ello demuestra la escasez de materiales que había entonces.
Pero debido a los continuos asedios y ataques que sufrió Melilla en los siglos XVII y XVIII, se decidió dividir su espacio mediante un foso, que conocemos como Hornabeque, en dos recintos abaluartados diferentes.
El sector más próximo al foso de Santiago sería conocido desde entonces como Plaza de Armas, manteniéndose la ermita de finales del siglo XVI junto a otros edificios, principalmente cuarteles.
En 1690 y gracias a un plano dibujado por Marcos de Ayala se tiene constancia que en la Alafía estaba la ermita de la Victoria (en 1720 fue trasladada a la cortina del Llares) y también había una noria.
El artillero Alfonso Díez de Anes realizó en 1699 un proyecto de reforma de las murallas de la Alafía que presentaban una estructura irregular con torreones de diversos tamaños y capacidades; para reforzarla, planteaba construir un baluarte (el primero que se realiza en Melilla) sobre le fuerte de San José y transformar la antigua estructura de la puerta del Campo con su torre Quemada en una obra abaluartada que formaba el sistema con el fuerte de Santiago.
Fue durante los primeros años del siglo XVIII cuando se construyeron varios cuarteles en los que ubicar el presidio de la ciudad. En 1734 se edificaron dos nuevos. Treinta años después el Penal de Desterrados estaba constituido por tres cuadras con patio que podían dar cabida a 326 hombres. Uno de los cuarteles citados era para soldados.
Al construirse el Cuarto Recinto de Melilla en el siglo XVIII, los recintos anteriores perdieron su papel de vanguardia defensiva y su espacio sería ocupado a lo largo del XIX por cuarteles de tropas y por el cuartel de desterrados que en 1847 aún permanecía ejerciendo dicha función, saturándose todo su espacio con diferentes construcciones.
Una de ellas fue el Presidio de la ciudad, que fue clausurado en 1906. A la izquierda, unas escaleras conducen a una terraza elevada bajo la que se encuentran excavados los antiguos calabozos del Presidio
Las restauraciones que se llevan a cabo en el siglo XX liberan este espacio fortificado y muestran su configuración abaluartada.
En 1917 se rehízo el pozo que había que esta plaza. En 1951 se realizó el empedrado de todo el suelo. Finalmente en 1979 se terminaron de demoler todos los edificios que aún persistían; algunos de los espacios fueron ocupados por zonas ajardinadas.
El acceso a la plaza desde el Hornabeque se hace a través de un túnel con bóveda de cañón con rosca de ladrillo, En el interior aún puede verse el mecanismo de elevación del puente.
Su configuración actual es una Plaza con grandes escalinatas, desde la que se pueden contemplar magníficas vistas sobre la ensenada de los Galápagos y sobre el foso de Santiago.
En el Padrón y Estado General de Melilla en 1753 de Joseph de Ossorno se cita la Plaza de Armas:
“Saliendo del rezinto dela Población para el Campo enemigo se encuentra la Plaza de armas situada asu frente y lindando por uno y otro costado conlos Quarteles se alla un quarto que sirve de estanco del Tabaco para vender por menor…”
Ossorno vuelve a hacer referencia a este espacio:
“A la entrada deste sitio por el Puente a mano izq(uier)da se hallan quatro casitas, o quarticos construidos el año de 1778 para taquillas de la tropa, de quenta de la R(ea)l Haz(ien)da las que por haverse aminorado la Guarn(ici)on se destinaron para aloxamiento de soldados casados que los ocuparon de gratis, hasta que por tribuyesen sus inquilinos con el valor de sus arrendamientos como también los que avitan dos taquillas que dela misma R(ea)l q(uen)ta se fabricaron, y aplicó el Gov(ernad)or indebidamente el producto dela una situada a la inmmediazion dela Bateria de dicha Plaza de Armas en venefizio dela Herm(anda)d de Animas, y la otra sita a la derecha de la Noria, a la del Rosario: eigualmente frente deesta y lindado por la espalda con aquella, se ejecutó otro quartico para repuesto de polbora que oy avita un soldado casado, y lo mismo otro quartico fabricado de madera, a la subida delos quarteles de Desterrados mano izq(uier)da pag(an)do todos en virtud de dicha orden sus alquileres desde Agosto de 1781 excepto las dos citadas taquillas que lo hacen desde Jullio en que se depositó sus productos h(as)ta obtener dicha resoluzion.”
Monolito a Carlos Ramírez de Arellano
Próximo a la entrada desde el Hornabeque un monumento recuerdo donde estuvo la Ermita de la Victoria. Hasta el siglo XVIII albergó a la Patrona, la Virgen de la Victoria.
“En este lugar estuvo situada la Ermita de Nuestra Señora de la Victoria y en ella recibió sepultura el infortunado y valeroso alcalde D. Carlos Ramírez de Arellano muerto el 18 de julio de 1646 víctima de su temerario valor.”
En Efemérides de la historia de Melilla, el que fuera cronista oficial de la ciudad, Gabriel de Morales refiere este hecho. Junto al Alcayde perdieron la vida 27 hombres. Solo Carlos Ramírez de Arellano, Pedro López y Baltasar Notario fueron sepultados en la Ermita.
Casi tres años después volvía a producirse una circunstancia similar: en esta ocasión fue el Alcayde Luis de Sotomayor y 29 hombres. Les enterraron en la iglesia de San Miguel y en la Ermita de la Victoria.
El monumento fue inaugurado el 19 de marzo de 1965, siendo alcalde D. Francisco Mir Berlanga.
Cuando se procedió a las obras de restauración de la plaza y las excavaciones arqueológicas, el monumento fue desmontado. Finalizadas éstas volvió a situarse en su lugar.
[Bibliografía: Melilla la Vieja. Plan Especial de Rehabilitación de los Recintos Fortificados. AAVV. Ciudad Autónoma de Melilla.1999]