El Conjunto Fortificado de Melilla está formado los por cuatro recintos defensivos que se superponen en un radio de medio kilómetro desde nuestra sede, al que se les agrego una serie de fuerte exteriores durante el siglo XIX para dominar todo el territorio y culminar su longitud radial de alrededor de tres kilómetros.

Primer Recinto

Además de estructuras defensivas como los frentes de muralla que lo rodean  o el imponente Foso de Santiago, en este recinto, levantado durante la transición de la Edad Media al Renacimiento, es posible visitar edificios civiles y religiosos de gran belleza, Museos de gran interés como los de Arqueología, Historia y Etnográfico sin olvidar en el historia militar situado en el Baluarte de la Concepción (antiguo almacén de pólvora). Entre las visitas de interés cabe citar la Puerta y Capilla de Santiago, los Aljibes, el Hospital del Rey y la Iglesia de la Concepción, la más antigua de la ciudad.

Segundo Recinto

También denominado Plaza de Armas, donde  se asentó el primer núcleo de población tras la llegada de Pedro de Estopiñán. En él se conservan los Baluartes de San José y San Pedro, unidos por una cortina con cañoneras. En este gran espacio abierto estuvo ubicada la Ermita de la Victoria.

Tercer Recinto

Situado sobre las antiguas murallas de la medina. En este recinto, que está rodeado por el Foso de los Cameros, destacan la Torre de la Alafia o de las Cinco Palabras (la única torre medieval conservada en la ciudad), el Baluarte y  Cuartel de San Fernando y la Batería de San Bernabé. Se accede desde el Túnel de San Fernando, ubicado en la muralla de la Falsa Braga, que desemboca en el Foso del Hornabeque, excavado en el siglo XVIII.

Cuarto Recinto

El dominio de esta zona era de vital importancia para la defensa de la Plaza. Fue edificado durante el siglo XVIII y está formado por una serie de fuertes como los de Victoria Grande, Victoria Chica y el Rosario en la zona más elevada. En la parte más baja, los de San Carlos y San Miguel, entre otros.

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