Se comenzó a construir a principios del siglo XVI cuando se empieza a levantar el Frente de Tierra, de la Villa Nueva o Primer Recinto. A mediados de esta centuria el ingeniero Miguel de Perea procede a la excavación definitiva en la roca hasta el nivel del mar. El foso quedaba abierto por su extremo de norte a sur.
Durante el siglo XVII se acometieron nuevas obras, fue entonces cuando se construyó el puente levadizo.