El rio de Oro, nada caudaloso, a excepción de épocas de fuertes lluvías, divide la ciudad en dos partes que era necesario poner en comunicación. En los últimos años del siglo XIX y primeros del XX se tiene constancia de la construcción de una serie de puentes, algunos de los cuales, perviven actualmente.
Tal es el caso del que nos ocupa en esta ocasión, conocido como “Puente de los Alemanes”, ubicado a poco metros de la desembocadura.
Construído por la empresa Gamboa y Domingo (con sede actualmente en Bilbao), en los primeros años de la década de los años 20 de la pasada centuria.
Conozcamos algunos aspectos de su historia gracias a la labor de investigadores locales.
El cronista oficial de la ciudad, Antonio Bravo Nieto, en su obra La construcción de una ciudad europea en el contexto norteafricano escribe:
“La carretera y ferrocarriles del puerto a los límites, debían salvar un primer obstáculo en territorio melillense: el amplio cauce del río de Oro. Para ellos se realizaron diversos puentes, unos de estructura metálica, como el proyectado por Manuel Becerra en 1906-1907 para el ferrocarril, o el de la Compañía Norteafricano: pero sobre todo serían de Hormigón armado, como el de Manuel Becerra con proyecto de enero de 1910 y que fuera ejecutado por el ingeniero de caminos José Eugenio de Ribera: este mismo puente sería ampliado en diciembre de 1927 por el ingeniero Rafael Arizcun Moreno.
También en fechas posteriores se construirían otros puentes: el del Tesorillo (24 de abril de 1922) del ingeniero Mariano del pozo Vázquez; de Camellos, del mismo ingeniero (18 de mayo de 1922), o sobre l Río de Oro de Jorge Palanca y Martínez Fortún (1923-1925).
Francisco Narváez López en su artículo publicado en la Memoria del Puerto de Melilla (2016) aporta bastante información sobre este elemento arquitectónico:
“El Puente de Cemento Armado de la CEMR”
En marzo de 1920, tras confirmar la Comisión Arbitral el permiso para la explotación de Beni-Buifrur y Beni-Sidel, la CEMR se planteó darle un nuevo impulso a las inversiones para aumetnar la capacidad de producción a través de los diferentes proyectos del Cargadero del Mineral que terminarán por integrar, en cuanto aquí interesa, un proyecto de puente de cemento armado que cruzaría, paralelo de la Junta de Fomento, salvando el río de Oro, como obra indispensable para conducir el mineral al depósito o cargadero.
Este puente, todavía hoy en funcionamiento, fue incluido en el Proyecto de Embarcadero de Minerales en el Puerto de Melilla: Puente sobre el río de Oro y Paso superior sobre la carretera de Melilla a Nador, fechado el 20 de octubre de 1922 y redactado por el ingeniero Manuel Atucha, que venía de reformar proyectos anteriores que por diversas causas no prosperaron.
Con capacidad para dos vías de 1,00 metros de ancho, se proyecto aguas arriba, al lado del antiguo puente metálico, mediante un forjado continuo, con vigas de hormigón de 28 metros de longitud y 25,75 metros de luz entre las caras interiores de los estribos de mampostería.
Con una anchura de 10,20 metros, incluía un andén voladizo de 1,15 metros a cada lado. La cota del nivel superior del forjado fue de aproximadamente 9 metros sobre el nivel del mar.
Según Ginés San Martín, “el primer embarque de mineral efecturado por el cargadero, considerada prueba no oficial, fue el 23 de enero de 1925, retirado por el vapor Reine Elisabeth que tomó 1.450 toneladas que le faltaban para completar la carga de 3.835 toneladas comenzada inicialmente con barcazas y remolcadores con destino a Cardiff. Y aunque a falta de determinar algunos detalles, en febrero de 1925 se prescidía de los antiguos medios de embarque, y desde entonces todos los buques se cargan con la nueva instalación”.
En la edición de El Telegrama del Rif de 3 de mayo de 1925 en una escueta nota se ponía en conocimiento de los lectores que en el día anterior se había realizado pruebas de resistencia de dos puentes:
“Ayer se verificaron las pruebas de resistencia de los dos soberbios puentes de cemento armado, construídos por la Compañía Española de Minas del Rif, uno tendidfo sobre el río de Oro, para dar paso a los trenes cargados de mineral, y otro sobre la calle del Actor Tallaví, que facilita el acceso de dichos convoyes al cargadero de mineral.
Para presenciar las pruebas llegó ex profeso de Málaga, el Ingeniero jefe de obras públicas de aquella provincia don Julio Moreno.
Asistieron también el ingeniero director de la Compañía don Alfonso Gómez Jordana y otros altos funcionarios técnicos.
Sobre uno y otro puente se colocaron cuatro locomotoras y varios vagones cargados de mineral, que avanzaron y retrocedieron repetidas veces.
Las dos magníficas construcciones acusan extraordinaria solidez. Las pruebas dieron el satisfactorio resultado que era de esperar.
Ambos puentes quedaron admitidos oficialmente al tráfico por el señor Moreno”.
El puente estuvo destinado a labores minera hasta 1972 con la CEMR y hasta 1978 por Embarques y Transportes del Rif, S.A. año en el que lo cruzó el último tren de la SEFERIF el 30 de agosto de 1978.
En 1981, junto con terreno anexos al ferrocarril, fue entregado a la Junta del Puerto y por esta a Patrimonio del Estado, para finalmente ser cedido al Ayuntamiento de Melilla, quien, en 1990, con la dirección del ingeniero Javier González García, encargó a la empresa TECPLAN, un estudio sobre la capacidad portante del puente pues el PGOU contemplaba la apertura al tráfico rodado de un nuevo vial entre las calles Fernández Cuevas y Músico Granados, lo que exigía su puesta en servicio.
La reforma del puente asociada a diversos proyectos de urbanización en los terrenos colindantes, ejecutados en los años siguientes por el Ayuntamiento y la Ciudad Autónoma, permitieron la apertura de un nuevo vial que, en parte, discurre por al antigua vía del tren conectando el barrio Real con la calle Alcalde Antonio Díez.”
En 2017 la Ciudad Autónoma acuerda el Proyecto de rehabilitación, refuerzo y ampliación de acera del Puente de los Alemanes sobre el Río de Oro de Melilla. Fue adjudicado en diciembre del citado año a la empresa Acciona Construcción S.A.
Un año después se habría al tráfico rodado y a los peatones. Durante las obras la Consejería de Fomento aprovechó para asfaltar el puente e instaló nuevas barandillas, farolas de alumbrado, etc.
[Bibliografía: Antonio Bravo Nieto. La construcción de una ciudad europea en el contexto norteafricano. Ciudad Autónoma de Melilla-Universidad de Málaga. 1996.Francisco Narváez López. Los puentes de la CEMR sobre el Río de Oro.Memoria anual 2016 Puerto de Melilla.]